viernes, 23 de marzo de 2007

Carmina Burana

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Ni modo. ayer no pude postear comentarios debido a carga de trabajo, pero aquí me encuentro otra vez y me encuentro maravillado.

El día de anteayer (miércoles 21 de Marzo) tuvimos en León Guanajuato la honrosa visita de Carmina Burana. Recuerdo que mi padre, algún día de mi bostezada niñez, me llevó a este evento. Vale la pena recordar que aquella vez lo que más llamaba mi atención eran los Power Rangers y no tanto un concierto de voces.

Hoy gracias a Dios, cuento con un gusto por la música un poco más afinado, una chica que me hace jalón a todo y la oportunidad de haber asistido a este concierto.

El Coro Collegium Technicum de Slovaquia, con el Director Karol Petroczi y con Anna Lickova en el piano hicieron añicos mis ganas de orinar. Me mantuve al filo de mi banca durante hora y media. Con mis manos sudando de emoción, mis brazos guardando fuerza para dar el aplauso más largo de mi vida y al lado de una preciosa y lindísima chica (que por suerte es mi novia!) disfrute uno de los mejores conciertos a los que he asistido y que estoy seguro en mucho tiempo asistiré (Aunque solo espero saber cuando se hace el bacilón que SCORPIONS piensa ofrecer en León Gto.)

Excelente presentación la de este coro que, si bien no contaron con todos los instrumentos originales, se cansaron y dieron lo mejor de si para un público que no pudo quitar una sonrisa de su cara.

Hay mis amigutos nopaleros:

En medio de la segunda parte de Carmina Burana "Estuans Interius" el barítono Russi NIkoff se desgarraba desde los huevos hasta la garganta con una voz impresionante que llevó a cada esquina del teatro... cuando desde nuestro querido y apreciable publico (Al parecer muy sediento y acalorado) se escuchó el sonido de una lata de refresco (PSSSS!!), que atrajo la mirada desaprovadora de los que estábamos por la zona como si alguien hubiese gritado : QUE CANTEN CIELITO LINDO!!.

Si en su lugar se hubiese escuchado un esplendoroso y profundo Pedo me hubiera dado muchísima menos pena y hasta un poquito de orgullo pues sería un acompañamiento de fondo único en la vida, de esos que te hacen respirar hondo y te ponen la piel chinita.

Debo reconocer al Instituto Cultural de León por lograr atraer a nuestra bella ciudad eventos de esta clase. Un evento con una excelente organización. De primer nivel y a un precio que, tomando en cuenta la magnitud del evento, fue relativamente accesible.