lunes, 10 de septiembre de 2007

No hay engaño


Uy... parece que ya ni en la publicidad puedo confiar... Bueno, en realidad nunca he confiado en la publicidad más que en el posicionamiento de un servicio o producto de marca (Luego hablaremos de eso).

Estoy supercegatón, y como yo, existen cientos de personas que están en las mismas o peor, y que al igual que yo, manejamos un carro. (Aunque en mi salón yo sea el único al que le echan carrilla por no ver la letra del profe en la pizarra)

Aquí veo dos situaciones muy claras.

El diseño gráfico, como yo lo entiendo a mi corta edad en este gremio, es un recurso que tiene cualquier empresa, grupo, persona o lo que sea, no importa (siempre y cuando tenga varo para pagarlo y algo que decir) para comunicar una idea de manera que se perciba visualmente y de manera chingona y efectiva. Así de simple.

La publicidad, en términos amplios, es otro recurso para el cual está capacitado el diseñador para ofrecer a su cliente. Pero la publicidad en realidad, se usa para resaltar las cualidades de un producto o servicio, para crear una diferencia entre competencia y para lograr un posicionamiento en la mente del consumidor de tal producto o servicio en el momento que lo requiera.

Esta publicidad, que pudo haber sido creada por cualquier ser extraño menos un diseñador gráfico, son de las cosas que le dan valor al verdadero diseño, al diseño creado en las Aulas y con sentido de ética como filosofía para el progreso profesional y para nuestros clientes.

Porque digo esto? Ah pues cagado:

1- Como dije hace unas líneas, la publicidad muestra las cualidades de un producto o servicio, cosa que esta publicidad no cumple;

2- Crea una diferencia entre competencia, cosa que si puede llegar a cumplir, pero de manera negativa, ya que este cartel transmite la idea: "Esta es una florería que se distingue por engañar a su cliente" (porque el cliente se siente engañado, aunque literalmente no lo engaña, todo está claro si te acercas con una lupa al impreso;

3- La publicidad ayuda a posicionar en el consumidor el producto que necesita para cuando lo necesite, esto con la finalidad de lograr que mi cliente adore mi producto o servicio y vuelva a mi cuantas veces necesite de el. Pero es claro que si el cliente no obtiene lo que el creyó que se le ofrecía, jamás volverá a confiar en tal empresa. JAMÁS.

Es por esto que El diseño gráfico y sus ramas tienen el valor por sobre muchos recursos baratos usados por empresas, empresas mismas que devalúan el trabajo de un diseñador y por ahorrarse "el gasto" sacan pendejadas como estas.

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