lunes, 28 de mayo de 2007

Que naranjones!


A la publicidad se le pueden atribuir todos nuestros traumas, preferencias, problemas psicológicos, etc. A una publicidad se le puede tachar de sexista, feminista, etc.

Pero lo que no se le puede negar es que una buena publicidad puede destapar nuestras sospechas más escondidas, más profundas con dos simples elementos y un mensaje.

Aquí observamos una excelente solución gráfica donde wonderbra deja de usar mujeres esbeltas, ni pechos explícitos para comunicar un mensaje.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen cartel y perfecto pa q no digan q andan exhibiendo a la mujer como un objeto y no se q tantas m@!#$&#" más dicen, y te comento rápidamente q una vez que me tocó llevar a una compañera al instituto municipal de la mujer me la hicieron de jamón todo xq estaba con mi celular tomándole fotos a un pajarillo curioso q se había parado en el alumbrado (desgraciadamente voló), entonces una vez que intenté tomarle la foto, pues desvié la mirada al anuncio q menciona acerca del instituto y me decidí a tomar una foto pa ver el alcance que tenía el zoom y cuál es mi sorpresa saber que unas chavas me vieron y avisaron a una de las encargadas de ese centro y entonces sale una señora de ya una edad avanzada y llega conmigo para preguntarte bien mala copa que qué se me ofrecía,pero bien indignada, y entonces ya le expliqué q trabaja en el municipio y estaba esperando a una de mis compañeras, q no se preocupara y que siguiera trabajando (como si me la quisiera violar jajaja)
Entonces yo creo q aparte de haber hombres machistas, también hay mujeres bn feministas y como diría uno de mis profes (no lo voy a balconear, entonces no pregunten quién es) vieja mal cogida, pero la neta es q tmb por mujeres como esa señora, ps también por eso los conflictos de género.
Buena foto !!!

Unknown dijo...

Gracias por tu comentario Guillermo. Jajaja.. me has sacado una carcajada. Pero que haces tomando fotos a chicas?!?! no tienes ya con internet?. es lo que pasa hermano, hay veces que hay grupos feministas que llegan a desconfiar tanto (y muchas veces con mucha razón) que se sienten acosadas por el libre trabajo artístico (o documental, en tu caso) y sacan las garras. Un abrazo y un saludo.